El pasado 14 de abril de 2012 entró en vigor la nueva Ley del Deporte de
Galicia (Ley 3/2012) y que obligará a la mayor parte de las Sociedades de
Cazadores titulares de Tecores a modificar sus Estatutos y su denominación,
incluso a la propia Federación, ya que ahora pasarán a llamarse Clubes
deportivos y Federación deportiva, para adaptarlos al nuevo texto legislativo
en el plazo de un año (Disposición transitoria única).
En las últimas reuniones y asambleas en las que ha participado UNITEGA,
se ha manifestado por parte de los cazadores asistentes el miedo que existe a
tener que renunciar a los Tecores debido a la imposibilidad material de hacer
frente a las reclamaciones por daños agrícolas, y que éstas, si los Tecores no
cuentan con suficientes fondos, puede ser reclamada judicialmente a los propios
cazadores.
UNITEGA ha explicado siempre, ante este asunto, que las Sociedades de
Cazadores que están inscritas como Asociaciones, cuentan con una Ley de ámbito
Estatal (Ley Orgánica 1/2002) que dice con precisión meridiana lo siguiente en
su artículo 15.2 sobre la responsabilidad de las asociaciones inscritas: “Los asociados no responden personalmente de las deudas
de la asociación.”
Por otra parte, la reciente Ley 3/2012 del Deporte de Galicia no dice nada al respecto sobre la responsabilidad de los socios,
aunque la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte a
nivel Estatal, en su artículo 17 e) indica, “e)
Régimen de responsabilidad de los directivos y de los socios, en las
condiciones que reglamentariamente se establezcan”, circunstancia ésta que resulta preocupante para
los cazadores que ya están acostumbrados a ser los “paganos” de los daños que
producen las especies cinegéticas en los accidentes, por la interpretación que
de la legislación de tráfico suelen hacer la mayoría de los jueces, para llegan
incluso a condenarlos cuando el accidente se ha producido al día siguiente de
la jornada de caza “como consecuencia de la acción de cazar”.
Los
Titulares de los Tecores deben tener en cuenta que ante siniestros provocados
por especies cinegéticas y el caso hipotético de que en un determinado
accidente de tráfico un Juzgado los condene a una indemnización con cuantía
superior a la suma asegurada, el Tecor respondería solo con el
patrimonio social en el caso de ser una Asociación.
UNITEGA aconseja a las Sociedades de Cazadores que “apliquen el principio
de precaución y de sentido común” ante las dudas que tienen; es decir, que dado
que están obligados a hacer una reforma en profundidad de sus Sociedades de
Cazadores en el plazo de un año (refundación con nuevos Estatutos y nueva
denominación, etc), se planteen la alternativa de solicitar la
inscripción en los Registros Provinciales de Asociaciones correspondientes, ya que los trámites serán los
mismos, pero con la salvedad de que la legislación que los regulará a partir de
ese momento si que dice con claridad que, “Los
asociados no responden personalmente de las deudas de la asociación”.
Al mismo tiempo, esta alternativa que plantea UNITEGA, supondrá una
ventaja añadida para poder constituirse en este mismo proceso en Entidades de
Custodia del Patrimonio Natural Cinegético Gallego, si incluyen en sus nuevos estatutos fines y
objetivos acordes con lo dispuesto en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la
Biodiversidad.
UNITEGA propone
que aquellas Sociedades de Cazadores que opten por la inscripción en el
Registro de Asociaciones y, que quieran realizar competiciones deportivas en
sus Tecores, creen una SECCION DEPORTIVA que se ocupe única y exclusivamente de
la faceta deportiva de la caza, y que la misma la inscriban en la Federación
Galega de Caza y que con la nueva ley del deporte pasará a su nueva tipología
de Federación Deportiva
Galega de Caza, sin que ésta tenga nada que ver
con la gestión cinegética del Tecor; de la misma forma que ya están haciendo
las Sociedades de Cazadores en otras Autonomías como la Comunidad Valenciana,
donde este mismo problema se ha planteado hace ya unos años.
UNITEGA no
quiere entrar en polémicas absurdas con la Federación Galega de Caza, pero si
que quiere afrontar la problemática que está suponiendo la responsabilidad por
los daños en la agricultura buscando la mejor manera de que afecten lo menos
posible a los cazadores gallegos y es por ese motivo que está planteando un
cambio radical en la naturaleza de las Sociedades de Cazadores que les devuelva
a la identidad que muchas de ellas perdieron con la entrada en vigor de la Ley
4/1997 de Caza de Galicia.