El
sábado 30 de agosto comenzó, con excelentes resultados, la caza de la codorniz
en la Zona 2 de
los terrenos de la antigua Laguna de Antela, en la provincia de Ourense, dando
continuidad a un aprovechamiento sostenible que se viene realizando desde hace
más de una década.
Los
cuarteles de los Tecores de Alto Limia – Zona 2, Xunqueira de Ambía, Xinzo de
Limia, Vilar de Barrio, Sandiás, Porqueira y Rairiz de Veiga recibieron la
autorización para poder comenzar el aprovechamiento de la codorniz en época
estival. Sumándose a los que ya habían recibido la autorización el pasado fin
de semana y que corresponden a los cuarteles de los Tecores de Alto Limia –
Zona 1, Carreiro Ladrón y Trasmiras.
Los
cazadores disfrutaron de una fructífera jornada cinegética, en la que muchos de
ellos cubrieron el cupo máximo establecido antes de finalizar la jornada, lo
que demuestra que las previsiones catastrofistas que habían lanzado algunos
colectivos anticaza carecían de fundamento.
La
media veda en la Comarca
de Ourense se limita tan solo a nueve Tecores de los más de cuatrocientos con
los que cuenta Galicia. Además, cada Tecor realiza el aprovechamiento de esta
especie en cuarteles con un máximo de 1.000 Ha ., y con un número que varía entre uno
y dos cuarteles por cada Tecor, dependiendo de que la superficie de éstos sea
inferior o superior a 5.000
Hectáreas o sobrepase las 10.000 hectáreas .
En total solo se autoriza la caza en catorce cuarteles, lo que verdaderamente
representa una superficie anecdótica en toda Galicia. También se permite desde
hace pocos años complementar la caza de la codorniz con un cupo diario de cinco
tórtolas y cinco torcaces.
En
cada cuartel solo se permite la caza a un máximo de quince cazadores que tienen
establecido a su vez un cupo máximo de diez codornices por jornada. A lo largo
de toda la media veda solo se autoriza la caza durante los sábados y domingos
de cuatro fines de semana. Además, los cazadores deben portar prendas de alta
visibilidad para poder estar identificados en todo momento por los responsables
con los que cuenta cada cuartel y se establece un horario de mañana y otro de
tarde, prohibiendo la caza en las horas centrales del día. No se puede cazar en
terrenos que no tengan la cosecha recogida.
Esta
peculiar forma de organizar el aprovechamiento, ha permitido mantener unos
niveles muy regulares de capturas y que las habituales variaciones
poblacionales que sufren las poblaciones de la codorniz no se aprecien con
tanta incidencia como en otras Comunidades Autónomas.
Pero
a pesar del restrictivo sistema de caza que se autoimpusieron desde el primer
momento los propios cazadores, todos los años algunos grupos anticaza realizan
una campaña previa a la apertura en la que ponen en duda este tipo de gestión,
cuando se puede considerar, sin duda alguna, como la más sostenible de todas
las que se autorizan por las Comunidades Autónomas de España. A modo de
ejemplo, en las provincias limítrofes de León y Zamora, los cupos máximos son
de treinta codornices, el número de jornadas de caza duplica al menos las que
se autorizan en Ourense, se puede cazar en toda la superficie de los cotos y no
se marca un número máximo de cazadores por jornada.
No se respeta la ecocondicionalidad en la Comarca de A Limia
Por
otra parte UNITEGA no entiende como estos mismos colectivos ecologistas no
reclaman que se establezca un calendario más sensato de labores en las parcelas
de cereal de la Comarca
de la Limia ,
donde ya es habitual ver a las cosechadoras seguidas de las empacadoras de paja
y que en los días inmediatamente siguientes se proceda a la roturación de los
rastrojos por parte de los agricultores.
Estos
cambios en la forma de cultivar en la
Limia si que constituyen un verdadero problema para las
especies silvestres, no solo las cinegéticas y se debería hacer un esfuerzo en conseguir que los
períodos de recogida de la paja y de posterior roturación estuvieran más
distanciados en el tiempo, es decir, que verdaderamente cumplieran con unos
criterios de ecocondicionalidad..
Y
es que algunos Tecores que recibieron la autorización para cazar hace una
semana, están viendo como una buena parte de los terrenos de cultivo ya se
encuentran roturados y que, además, ya se recogió casi toda la paja de las
parcelas cosechadas, lo que UNITEGA considera un hecho muy grave y dañino para la fauna.